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Florecer


Ha llegado la primavera, y con ella se despiertan nuestros sentidos. Todo rebosa color, dinamismo y esperanza. Aunque, con el cambio climático, las estaciones se hayan difuminado, nuestras celebraciones como la Pascua utilizan símbolos que representan esa energía y latido vital: el huevo simboliza el inicio de la existencia; el conejo, la fertilidad; la luz y las flores representan la alegría y la vida...


En Sant Joan era costumbre romper vajillas, jarrones y otros trastos en calles y patios al llegar la primavera. Con el sonido, esta tradición venía a representar el estallido de vida que suponía la estación. En nuestra tierra, de hecho, seguimos comiéndonos la mona y cascando el huevo en la frente de amigos y familiares.


Vigorosidad, alegría, fuerza, esperanza... Todos estos conceptos positivos se relacionan con el inicio de la primavera. Es por ello que hoy quiero compartir con vosotros y vosotras un mensaje positivo con este texto que escribí el año 2014 y que encontré hace poco rebuscando entre mis escritos:


Han florecido las aves del paraíso y el sol baña cada parte del jardín, mientras que en la noche oscura las gotas de rocío brillan haciéndole guiños a la luna. La primavera llega, y supone un símbolo de renovación, de juventud, de actividad, de belleza. Puede que después de un frío invierno, detrás del tsunami en Japón y de las guerras en este mundo, podamos encontrar lo más bello para acordarnos de que un mundo mejor es posible. Es posible mirar a los ojos a alguien y comprender que todo el sufrimiento que le provocamos puede ser mitigado con un abrazo, con un guiño, con un acto de generosidad como es el perdón. Esto es así porque al fin y al cabo el ser humano se alimenta del amor que le ofrecen los demás.


Podrás comer, rezar, tener dinero y muchas experiencias sexuales, pero si nadie te comprende, nadie te aprecia, nadie te quiere y te lo demuestra, sentirás morirte por dentro. El mundo se alimenta y avanza gracias a la energía, y el amor es la mejor forma de transmitir y multiplicar esa energía. Hablo del amor en sentido amplio. Así, cuando sentimos amor y pasión por algo, lo hacemos con lo mejor que tenemos y con las mayores fuerzas posibles. Es por ello que cualquier persona sin grandes habilidades, sin grandes conocimientos, tiene más posibilidades de triunfar que otros que hacen aquello por lo que no sienten pasión, amor. El amor nos da energía. Es más, quien se mueve en su elemento, quien hace lo que quiere hacer y quien vive lo que hace, se siente feliz, realizado, se siente especial y perfectamente capaz de inventar, de seguir viviendo a pesar de todo lo que venga.

Espero que os haya resultado inspirador. Feliz entrada a la primavera.

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